miércoles, 2 de julio de 2008

Impacto de las actividades productivas sobre el medio ambiente

Vivo en la Ciudad de Buenos Aires. El tema de las actividades productivas que se realizan en ella, que estén afectando el medio ambiente de esta hermosa ciudad, es muy amplio. ¿Cuál de todas las actividades elegir? Mirando por la ventana de mi oficina en el piso 17 del edificio ubicado en plena Avenida 9 de Julio, pensando en cuáles de estos temas enfocar, observé con claridad la “nube” de gases oscuros que se forma sobre la zona de Puerto Nuevo, y me dije: “este es mi tema: la contaminación que genera la producción de energía eléctrica en las Centrales Térmicas”. ¿Quiénes obtienen los beneficios y quiénes pagan los costos?

Esta hermosa ciudad en la que vivo me sumerge en toda clase de contaminantes nada buenos por cierto para mi salud, ni para la de ninguno de mis cohabitantes. Toda clase de contaminación se encuentra ejemplificada ampliamente aquí. Entonces decidí empezar por acá. ¿De qué hablamos cuando hablamos de contaminación?

Llamamos contaminación a toda impregnación del aire, del agua, o del suelo, con productos, sustancias o elementos que afectan a la salud del ser humano, a su calidad de vida o al funcionamiento natural de cualquier ecosistema. Una de las formas de la contaminación, la ambiental, es la que se extiende con mayor rapidez debido a que las corrientes atmosféricas pueden transportar con mucha velocidad el aire contaminado a todos los rincones del globo. (1) La mayor parte de contaminación ambiental la provocan las emisiones de los automotores, y las centrales térmicas que queman carbón y petróleo para generar energía para uso industrial y doméstico. Los gases que se liberan al ambiente, producto de la combustión de carbón y petróleo es el origen de una buena parte de los contaminantes atmosféricos. El nivel suele expresarse en términos de concentración atmosférica (microgramos de contaminantes por metro cúbico de aire), o en el caso de los gases, en partes por millón de moléculas de aire.

Pero ¿cómo funciona una central térmica y qué efectos contaminantes produce? El principio de funcionamiento de una central térmica se basa en el intercambio de energía calórica en energía mecánica y luego en energía eléctrica. La combustión permite la transformación de energía térmica del combustible en energía eléctrica.

¿Cuál es el alcance del impacto ambiental de la producción de energía en estas Centrales Térmicas? Para “minimizar” los efectos de la combustión de carbón sobre el medio ambiente, la central posee una chimenea de gran altura, de más de trescientos metros para que disperse los contaminantes en las capas altas de la atmósfera, y precipitadotes que retienen buena parte de algunos contaminantes en el interior de la central. La contaminación producida por los vertidos químicos, los efluentes provienen del condensador para la refrigeración y de varios subsistemas de la Central, que consisten en aguas residuales contaminadas con materiales diversos, usadas en la generación de vapor, refrigeración, tratamiento y depuración del agua de alimentación de la caldera, manejo de cenizas por vía húmeda, y de las operaciones de limpieza de caldera y precalentadores. En estas aguas se encuentran coagulantes, productos de regeneración, de corrosión, escoria, cenizas y otros. El elemento más altamente tóxico vertido al ambiente por estas centrales es el mercurio. La contaminación por mercurio es un gran problema ambiental de ámbito no sólo local para la Argentina sino mundial, con serias implicaciones, tanto inmediatas como a largo plazo, para la salud humana. El mercurio es un metal extremadamente volátil que puede ser transportado a grandes distancias una vez que se ha emitido a la atmósfera. Una vez que se ha depositado en un ambiente acuático, el mercurio se transforma en metilmercurio, una potente neurotoxina, que se acumula en los peces y en los animales salvajes, que los humanos luego consumen. Cantidades relativamente insignificantes pueden producir enfermedades severas, serios retrasos motores y de comunicación. El mercurio nunca desaparece del medio ambiente.

Con el objeto de medir los niveles de contaminación de aire en el AMBA (Área Metropolitana de Buenos Aires) para los distintos escenarios futuros, se aplicó el modelo matemático SofIA (Software de Impacto Atmosférico) de dispersión de contaminantes (Tarela y Perone, 2001). Este modelo permite determinar la concentración de cualquier contaminante en forma georreferenciada y al nivel de interés, en este caso, la altura de respiración. El modelo simula tanto fuentes móviles como estacionarias. Las móviles estuvieron definidas por la red de tránsito, autopistas, avenidas y calles. Las fuentes fijas de mayor relevancia son las chimeneas de las centrales térmicas de la zona. Las emisiones contaminantes locales de las centrales termoeléctricas fueron tenidas en cuenta para estimar la concentración de contaminantes en forma integrada con aquellas provenientes del transporte y de las demás actividades comerciales, industriales y residenciales.

CO2: Dióxido de carbono: en la respiración, plantas y animales consumen oxígeno y emiten dióxido de carbono. Así es la vida. Sólo por respirar, los humanos emitimos por persona y cada día unos 1.140 gramos de CO2 si comemos lo normal y seguimos la dieta media de 2.800 Kcal. La cantidad no es desdeñable. El CO2 emitido por día y por persona equivale a lo que emite un automóvil en un recorrido de unos 5 kilómetros. Pero “¡que nadie deje de respirar!: el balance neto del carbono que entra por la alimentación y el que se emite por la respiración es igual a cero. O sea que para la atmósfera es lo mismo que seamos pocos o muchos, siempre que ahí fuera funcione la fotosíntesis que roba carbono al aire y fija el carbono atmosférico en los alimentos. Otro asunto es que parte del carbono absorbido lo convirtamos en metano, que tiene un efecto invernader

o mucho más potente que el CO2...)” (2)

El NO2 puede irritar los pulmones y predispone ya que abate la resistencia del organismo para contraer diferentes infecciones respiratorias, como la gripe y la influenza. (A la izquierda un mapa georreferenciado con la contaminación del aire en la Ciudad de Buenos Aires)

Los óxidos de nitrógeno (NOx) son importantes contribuyentes potenciales de fenómenos nocivos como la lluvia ácida y la eutroficación en las zonas costeras. La eutroficación ocurre cuando un cuerpo de agua sufre un notable incremento de nutrientes como los nitratos, reduciendo la cantidad de oxígeno disuelto, transformando el Mapa georreferenciado de concentración de NOx en el AMBA (promedio anual 200). Ahora bien ¿Cuál es la participación de esta industria en el PBI? ¿Cuál es su importancia? ¿Quién gana?

Históricamente, el sector eléctrico ha sido en la República Argentina un monopolio natural en manos del Estado; luego, bajo el nuevo esquema económico de participación privada aplicado en el país en la época menemista, se hizo necesario regularlo de manera de transformarlo en un sector competitivo, efectivo, eficiente y fomentar el ingreso de inversiones privadas, para así lograr una calidad de servicio adecuada y un nivel de tarifas óptimo.

Participación de Mercado (% sobre)


Generación Térmica

Generación Total

1996

25,7%

13,1%

1997

19,9%

8,6%

1998

20,6%

8,9%


Por Lic. Marcela María Etchebehere

Fuente: Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental. Ciclos del CO2
http://homepage.mac.com/uriarte/metabolismo.html

Fuente: Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental

http://www.estrucplan.com.ar/contenidos/EfluGas/cambioclima07.asp



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